“Quebracho es lo mejor que le pasó al barrio”, opina Daniel Tabeira. Es de Nicolich, tiene 18 años y asiste a Quebracho desde hace cuatro años y medio. Nunca antes había practicado boxeo, pero había escuchado hablar del centro juvenil y deportivo de su barrio y, convencido por un amigo, empezó a entrenar allí.
“Daniel hizo un proceso bastante rápido en lo deportivo”, contó Gabriel, su entrenador. De nunca haber competido, pasó a ser campeón nacional de boxeo en 2019, y obtuvo un reconocimiento especial al mejor boxeador del torneo. En la actualidad, lleva 19 peleas acumuladas, algunas de ellas a nivel internacional. En más de una ocasión le tocó representar a la Selección Uruguaya de Boxeo, y llegó a ser campeón sudamericano. “Desde el primer momento, se notaba que tenía condiciones”, dijo Gabriel.
Estaba logrando una excelente carrera en el ámbito deportivo, con increíbles logros. Pero, en el ámbito educativo, Daniel había abandonado sus estudios. Esto generó preocupación en el equipo de Quebracho, que le explicó que no es sencillo vivir del boxeo en Uruguay. “Teníamos que buscar una estrategia fundamental para que pudiera estudiar y entrenar a la vez, pero estudiando algo que le gustara”, contó su entrenador.
Quebracho intentó buscar alguna carrera o curso vinculado con el deporte, para motivar a Daniel. Fue entonces que surgió la posibilidad de acceder a una beca en la Escuela Nacional de Entrenadores (Enade). Desde el 14 de febrero de este año, Daniel estudia allí para convertirse en entrenador personal e instructor de musculación.
Cuando se enteró de que había obtenido la beca, se puso muy contento. “Agradezco mucho a Quebracho por esta oportunidad que me está dando”, dijo. En la actualidad, por causa de la pandemia, tiene clases a través de la aplicación Zoom, que sigue con constancia. Sus jornadas de estudio van desde la mañana, cuando se despierta, hasta las seis de la tarde. Luego entrena dos horas en su casa.
“En Quebracho, cuando uno logra algo, el logro es de todos. Hay un equipo atrás trabajando, y cada uno aporta su grano de arena”, dijo Gabriel, orgulloso. “Él puede perfectamente estudiar y entrenar. Creo que acá se le va a brindar todo para que pueda hacerlo, tratando de buscar un equilibrio”, agregó.
Daniel se muestra muy motivado, tanto con sus estudios como con el boxeo. A futuro, le gustaría trabajar como entrenador, y continuar con su carrera como boxeador profesional. Para ello, contará siempre con el apoyo de Quebracho que es, para él, su “segunda familia”.
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