En Quebracho, cada historia es un testimonio de la importancia y el impacto positivo que tiene nuestro centro en la comunidad. Para esta nota, tuvimos el placer de charlar un ratito con Laura, abuela de Rodrigo. En palabras de ella, su nieto encontró en Quebracho mucho más que un Centro Juvenil; encontró una segunda familia donde se siente apoyado y valorado.
Rodrigo, quien vive con sus abuelos cerca de Quebracho, se enfrentó a desafíos significativos desde chico que lo marcaron en su vida. A pesar de las dificultades personales que ha enfrentado, su abuela resalta la transformación positiva que ha experimentado desde que se unió a Quebracho. Además del apoyo educativo y el deporte, ha encontrado apoyo emocional y una comunidad que lo ha recibido con los brazos abiertos desde el primer día.
Quebracho ha sido un aliado invaluable para Rodrigo y su familia. La abuela resalta el rol fundamental de Quebracho para que Rodrigo no repitiera ningún año escolar y esté acompañado psicológicamente. Además, valora enormemente la colaboración del centro proporcionando ropa y comida. Este acompañamiento integral ha sido fundamental en su proceso de desarrollo personal.
Laura también valora cómo Quebracho adapta sus actividades a las necesidades de cada joven. En su caso, su nieto no participa en el boxeo debido a sus experiencias pasadas. Desde Quebracho se lo ha alentado a encontrar un interés en otros deportes como el atletismo, donde incluso ganó una carrera de cinco kilómetros. Estas actividades son grandes herramientas de empoderamiento y superación personal.
La abuela de Rodrigo también destaca la importancia de las charlas y talleres proporcionados en Quebracho, tanto para los adolescentes como para sus familias. Desde talleres de costura para madres hasta charlas sobre empleo. Estos recursos han sido de gran valor para fortalecer la comunidad y brindar habilidades prácticas para los adolescentes y sus familiares.
Lo que realmente resuena en su testimonio es el sentido de comunidad y pertenencia que Quebracho ha fomentado desde el primer día. La participación de las familias en eventos como las veladas y ventas económicas no solo beneficia al centro, sino que también fortalece a la comunidad. La implicación de los padres en la limpieza y la organización de eventos refuerza los valores de responsabilidad y solidaridad.
En resumen, la historia de Rodrigo es un reflejo del compromiso inquebrantable de Quebracho con el bienestar y el desarrollo de los jóvenes y sus familias. A medida que seguimos adelante, Quebracho se mantiene firme en su misión de contribuir a través del deporte, a la superación de barreras que puedan estar obstaculizando el desarrollo pleno de los jóvenes y estimularlos en sus procesos educativos. Estamos agradecidos por cada familia que confía en nosotros y nos comprometemos a seguir apoyando a los jóvenes en su camino hacia un futuro prometedor.
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