Los casos diarios de coronavirus, por suerte, empezaron a bajar. Nos vacunamos, pero nunca dejamos de cuidarnos. Poco a poco y con todas las medidas sanitarias correspondientes volvimos a recibir a los jóvenes en las dos sedes de Quebracho: Nicolich y Aeroparque. Y así estamos ahora, con las dos casas llenas y felices de volver a vernos las caras en persona, hacer deportes, compartir meriendas y mucho más.
Por supuesto, seguimos haciendo boxeo, nuestro deporte estrella. Volvieron las exhibiciones tanto en Nicolich como en Aeroparque. Pero no solo nos dedicamos al boxeo, sino que también estamos incursionando en el atletismo, con las prácticas que hacemos en las canchas del Richard Anderson. ¡Ya tenemos unos cuantos atletas en potencia!
También pudimos retomar nuestras cenas, una tradición que todos extrañábamos mucho. Una vez por semana, voluntarios de Quebracho preparan una rica cena para todos los jóvenes. Nos juntamos de tardecita y, además de los alimentos, compartimos logros, anécdotas e inquietudes.
Insistimos en la importancia de seguir cuidándonos, al tiempo que tratamos de estar cada vez más cerca.
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